Desde inicios de los años 2000, América Latina ha vivido un periodo de transformaciones profundas. La reducción de los altos niveles de pobreza fue quizás uno de los avances democráticos más notables. Sin embargo, América Latina continúa siendo la región más injusta y desigual del mundo, un mérito que comparte con el África Subsahariana. En algunos países de la región, la desigualdad ha aumentado y se ha hecho más compleja, al mismo tiempo que los niveles de pobreza disminuían y la democracia se hacía más estable. Una evidencia que puso en cuestión algunas ideas convencionales de las ciencias sociales y que no parecían tener otro fundamento que las buenas intenciones. La desigualdad corroe las bases de sustentación de la democracia y pone en peligro las importantes conquistas sociales de un conjunto de políticas de inclusión cuyos beneficios se amortiguan y desestabilizan mientras no se transforman las causas que producen y reproducen la injusticia y la exclusión social.
Siendo así, develar las dinámicas históricas, económicas, políticas, sociales, culturales y territoriales de la desigualdad es, además de un inmenso desafío analítico, una urgente necesidad política. Para transformar democráticamente nuestras sociedades no alcanza con entender las razones que explican por qué se reproducen y persisten la explotación, la dominación y la humillación que sufren cotidianamente millones de latinoamericanos y latinoamericanas. Pero si no comprendemos cómo operan estos mecanismos históricos de opresión, difícilmente podremos cambiarlos. Las ciencias sociales evidencian así su valor político y la profundidad de los desafíos teóricos que deben enfrentar.
Por eso este libro constituye un aporte de enorme relevancia. Los méritos de la obra coordinada por Luis Ortíz y realizada gracias al excelente trabajo académico que lleva a cabo el Instituto de Ciencias Sociales de Paraguay, son diversos y notables. Por un lado, y a contramano de enfoques que abandonan el necesario debate y revisión teórica de las categorías centrales del pensamiento social crítico, este libro examina los procesos de producción de desigualdades, de reproducción de la pobreza y la exclusión, a la luz de la categoría de clase, analizada e indagada desde múltiples abordajes y referencias analíticas de destacado valor. Una contribución importantísima, ya que nos ayuda a comprender que la relación entre las categorías de clase y desigualdad resulta imprescindible para entender no sólo cómo se reproducen, construyen y configuran las formas de dominación, sino sobre qué estructuras ellas se edifican persisten. Por otro lado, esta obra contribuye a poner en evidencia que no sólo se trata de denunciar la desigualdad, sino de entender su origen y sus múltiples causalidades. Y que, para esto, el retorno a la categoría de clase resulta fundamental.
Luis Ortíz ha convocado para este volumen a algunos de los más destacados intelectuales paraguayos contemporáneos, autores y autoras que, en los últimos años, han sido fundamentales para entender la compleja realidad social y política de su país así como la de América Latina. Lamentablemente, no son frecuentes en nuestra región obras como ésta, en la que aportes y enfoques tan diversos, plurales y no siempre coincidentes, se amalgaman para ofrecer un cuadro analítico riguroso y fundamentado sobre la estructura social de un país.
En esto último reside uno de los principales méritos de Desigualdad y Clases Sociales. Se trata de un libro sobre la realidad paraguaya contemporánea, que examina la compleja estructuración histórica de una sociedad cuyo desarrollo autónomo y soberano fue interrumpido por una guerra infame y vergonzosa en el siglo XIX y por una sistémica fragilidad institucional democráctica derivada de las sucesivas dictaduras que marcaron su tránsito por el siglo XX, siendo una de ellas de las más crueles y largas de las que ha vivido la región. Sin embargo, y sin desconsiderar las especificidades analíticas que hacen de ésta una obra fundamental para comprender la sociedad paraguaya, se trata de un aporte imprescindible, por su densidad teórica y por el rigor de sus enfoques metodológicos, para entender cuestiones fundamentales de las ciencias sociales críticas contemporáneas. Quien lea este libro podrá conocer y comprender de manera profunda el Paraguay que se edificó en la post-dictadura, desde 1989 hasta la actualidad. Pero también, podrá aproximarse a un amplio inventario de temas y conceptos de las ciencias sociales, como el análisis de abordajes innovadores y provocativos de los procesos de movilización y lucha social; el estudio de la discriminación de género y sus relaciones con la pobreza y la exclusión; el examen de las formas de explotación y las de resistencia de la clase obrera; o las dinámicas que estructuran la propiedad de la tierra y la explotación campesina; los procesos de transición a la democracia y la complejidad del sistema político en un país marcado por el autoritarismo; o la importancia de un enfoque histórico crítico en el abordaje de la estructura social nacional, entre tantos otros.
Este libro expresa además la riqueza y vitalidad de las ciencias sociales en Paraguay. Uno de los tantos efectos negativos de la larga dictadura que sufrió el país hasta casi inicios de la década del noventa, fue la dificultad de estructurar un campo académico estable, con recursos y aportes públicos que permitan la investigación autónoma, la formación de nuevas generaciones de investigadores e investigadoras sociales, así como el desarrollo de programas de postgrado donde anclar la investigación social. Sin embargo, esta obra es una elocuente evidencia de cómo las y los intelectuales paraguayos críticos no se han dejado doblegar por las adversidades, muchas de las cuales aún persisten casi treinta años después de terminada la larga y tenebrosa dictadura. Hacer análisis social crítico, científicamente fundamentado y metodológicamente riguroso, es siempre difícil, en cualquier sitio. Pero hacerlo en Paraguay, quizás lo sea muchísimo más. De tal forma, Desigualdad y Clases Sociales constituye una clara expresión de que podrían desarrollarse en el país unas ciencias sociales de excelente calidad si los gobiernos y las instituciones de educación superior apostaran, confiaran y contribuyeran con el desarrollo de trabajos como éste. En este sentido, todo el apoyo académico externo que pueda recibir el país debería ser bienvenido. Entre tanto, este libro muestra que el principal activo que tienen las ciencias sociales paraguayas, son los y las cientistas sociales que hacen ciencia rigurosa y de excelencia en el país, enfrentando a menudo la indiferencia oficial, la falta de recursos y la frágil inserción institucional para el desarrollo de sus programas de investigación y formación.
CLACSO se enorgullece de coeditar esta obra con el Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica, de Paraguay, por la calidad académica de cada uno de sus capítulos y por el compromiso político de sus autores y utoras, realizando así un aporte fundamental a las luchas por un Paraguay más justo, más igualitario y democrático. Estamos convencidos que la obra coordinada por Luis Ortiz se transformará en una referencia obligada de las ciencias sociales críticas latinoamericanas. No es poca cosa, en un país que erróneamente ha sido definido como “cementerio de las teorías” y nunca ha dejado de aportar intelectuales sofisticados y rigurosos, así como obras inspiradoras, originales y complejas, como ésta y como tantas otras que estarán por venir.
Dr. Pablo Gentili
Secretario Ejecutivo de CLACSO
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